Se disculpa Banco de Inglaterra por su pasado esclavista

Londres, 19 jun (Prensa Latina) El Banco de Inglaterra se sumó hoy a la lista de instituciones británicas que quieren expiar su pasado esclavista, a la luz de las recientes protestas antirracistas promovidas por el movimiento Black Lives Matter.


En un comunicado difundido este viernes, la icónica institución bancaria británica con más de 300 años de antigüedad anunció que retirará los retratos de antiguos directivos que estuvieron vinculados a la trata de esclavos.


Como institución, el Banco de Inglaterra nunca se involucró directamente en el comercio de esclavos, pero está consciente que algunos antiguos gobernadores y directores sí tuvieron vínculos inexcusables, y nos disculpamos por ello, afirma el texto.


La víspera, las compañías aseguradores Lloyd´s y Aviva, además de la cadena de bares Greene King también pidieron perdón por sus relaciones con el tráfico de esclavos en los siglos XVIII y XIX, y se comprometieron a compensar su actuación en el pasado con donaciones a organizaciones que ayudan a las minorías étnicas del país.


La junta directiva de un colegio de la Universidad de Oxford recomendó, por su parte, retirar la estatua del colonialista Cecil Rhodes de sus predios, después de más de 15 años de críticas y protestas por parte de los estudiantes.


El movimiento antirracista británico cobró nuevos bríos en las últimas semanas, a la sombra del movimiento antirracista global inspirado en el asesinato del afronorteamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Estados Unidos.


Además de manifestaciones en solidaridad con Floyd, los activistas desataron una polémica en el Reino Unido con su llamado a retirar de las calles y plazas todo vestigio del pasado esclavista y colonialista del imperio británico.


En una protesta celebrada dos semanas atrás en Bristol, los manifestantes derribaron y echaron al río Avon la estatua de un comerciante de esclavo, mientras que en Londres mancillaron el monumento al exprimer ministro Winston Churchill con un letrero donde se aseguraba que el gobernante conservador «fue un racista».


El primer ministro conservador Boris Johnson también terció en la polémica, y aunque se pronunció contra el retiro de estatuas y monumentos y cualquier intento de reescribir la historia del Reino Unido, admitió que todavía queda mucho por hacer para acabar con las desigualdades raciales en el país.